¿Cómo afecta la reforma fiscal a tu bolsillo? (I)
18 de enero de 2015
Por admin

A la hora de valorar cómo una reforma fiscal puede impulsar la economía, es necesario considerar tres cosas: su impacto sobre las rentas medias, las altas y las muy altas. El primer tramo, al agrupar a la mayor parte de la población, muestra el dinero que efectivamente deja de sacarse de los bolsillos de los ciudadanos y que, supuestamente, el contribuyente trasladará al consumo, impulsando la actividad económica local. El segundo grupo incluye los impuestos que pagan aquellos trabajadores más cualificados, tan necesarios para impulsar una economía más competitiva. Por lo tanto, su rebaja es vital para el crecimiento a largo plazo. Por último, se encuentran aquellos ciudadanos con unas rentas muy altas, que no tienen ningún problema para trasladar su domicilio fiscal a otra Comunidad si sienten que les están cobrando en exceso por menos servicios. Una rebaja en este campo puede incluso aumentar la recaudación. Los dos últimos intervalos los desglosaremos en las próximas semanas.

Elijamos un sueldo de 30.000 euros, ya que, aunque se desvía al alza de la media, sirve para comprobar todo el potencial de la rebaja de impuestos. El efecto de la bajada estatal (que no afecta a Navarra ni al País Vasco) es de 223 euros para este contribuyente, aunque combinado con el descenso del tramo autonómico puede alcanzar casi 400 euros al año en los casos de Asturias y Canarias. Es muy destacable el intento de ambas Comunidades por quedar en los primeros puestos entre las CCAA que menos perjudican a la clase media, pero Castilla-La Mancha, Madrid, Navarra y País Vasco ofrecen una menor factura al contribuyente. En este sentido, es muy interesante comprobar cómo aquellas comunidades que gestionan sus propios impuestos no sólo ofrecen un mejor trato a los trabajadores, con un ahorro de 346 euros al año respecto a Cataluña, Andalucía y Galicia, sino que además mantienen unos servicios públicos mejores en muchos casos.

Por otro lado, quedan aquellas regiones que no han acompañado la rebaja fiscal del Ejecutivo con una reforma propia para beneficiar a la clase media: se trata de Cataluña, Andalucía y Galicia. Sería injusto meter a La Rioja en este mismo saco porque ya contaba con uno de los IRPF más ajustados antes del 2015, de la misma forma que tampoco País Vasco ha elevado la apuesta del Ejecutivo central. Sin embargo, sí se puede incluir aquí a dos Comunidades que han hecho una rebaja ‘cosmética’: Extremadura y la Comunidad Valenciana. La primera ha reducido los tipos a aquellos que cobran menos de 12.500 euros al año para subir algunos tramos de los que están por encima. Como resultado, un extremeño que cobre 30.000 euros al año apenas se ahorraría 3 euros más en el caso de que no hubiera existido reforma. Algo muy similar sucede en la Comunidad Valenciana, donde la rebaja de tipos es de apenas unas décimas y sólo supone 19 euros al año.

Fuente: Vocento

La rebaja fiscal es, además, un elemento clave para la responsabilidad política, dado que aquellas Comunidades que han mantenido más gastos superfluos e incurrido en déficit a lo largo de los últimos años se han tenido que abstener de disminuir su presión fiscal, quedando penalizadas frente al resto de las autonomías. Paralizar una medida tan ansiada por los ciudadanos y que podría aliviar sus bolsillos en un momento de máxima urgencia para muchas familias, sin duda, les restará votos en las próximas elecciones regionales.

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