El mapa de las Start-Up
23 de febrero de 2014
Por admin

Más que una época de cambios, atravesamos un cambio de época. La inevitable quiebra de empresas de sectores maduros debería llevarnos a priorizar la creación de compañías con futuro. La escasez de recursos obliga a invertirlos en la ‘destrucción creativa’ que popularizó Joseph Schumpeter, en lugar de malgastar en agonías empresariales sin remedio. Al margen de experiencias internacionales, no siempre trasladables a España, compensa aprender primero de las comunidades que mejor lo hacen. Spain Start-Up Map (www.spainstartupmap.com/infographic/) dibuja la radiografía de empresas prometedoras que apuestan por la innovación y se dedican a sectores con un alto potencial de crecimiento, con frecuencia tecnológicos.

La conclusión de este mapa es la existencia de una fuerte concentración de start-up en cuatro regiones, aglutinando el 75% de estas empresas de nueva creación: Cataluña,Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía. Ahora bien, para saber qué comunidades obtienen mejor resultado y poder hacer benchmarking de sus modelos, hay que fijarse en aquellas con más start-up en relación a su PIB. Así, Cataluña tiene un 48% más de las empresas que le correspondería en relación al peso de su economía, mientras que la Comunidad Valenciana se situaría un 45,7% por encima, Madrid un 41,2% y La Rioja un 2,7%.

¿Cuáles son las claves de las CC AA que funcionan bien? En primer lugar, su población ha alcanzado cierta masa crítica, lo que les permite comercializar productos destinados a nuevos nichos de mercado, además de atraer capital intelectual y facilitar la libre circulación de élites.A su vez, este talento se retroalimenta, ya que la creación de una zona de emprendimiento genera más dinamismo. Iniciativas relacionadas con las bajadas de impuestos, como el Madrid Tax Free, constituyen una forma de intensificar este efecto, al igual que reducir las cotizaciones sociales. Sin embargo, el capital físico no es tan importante porque, aunque el grueso de los inversores procede de Madrid y Barcelona, el dinero es muy proclive a viajar allí donde están las mejores ideas.

Relegadas a un segundo plano quedan, a pesar de su fuerte concentración de población, el País Vasco (un 17,4% por debajo de lo que le correspondería en función de su PIB), donde las Administraciones se han centrado en ayudar a grandes empresas ya consolidadas, y Navarra (un 29,4% por debajo). Tras ellas, Andalucía (un 29,8% por debajo de le media), Canarias (31,9%),Aragón (34,8%), Murcia (36,8%), Galicia (47,3%), Baleares (49,4%), Cantabria y Extremadura (52,6% en ambos casos), Castilla y León (54,7%), Asturias (54,8%) y Castilla-La Mancha (un 63,9% por debajo de lo que le correspondería).

Fuente: Vocento

Por tanto, ¿qué falla en estas regiones? Un viejo dicho dice: «Se puede llevar un caballo al río, pero no forzarle a que beba». Eso es, precisamente, lo que han hecho esas comunidades. Galicia acumula el 6,2% de las aceleradoras de proyectos (frente a un 5,4% de PIB),Andalucía el 27,7% de las incubadoras de empresas (con un PIB del 13,5%) y Castilla-La Mancha el 7,6% de las organizaciones de emprendedoras (con el 3,5% del PIB español). Gran parte de ellas, pagadas con dinero público. Está constatado que, a la hora de organizar empresas, los burócratas no resultan eficaces,menos aún cuando éstas se dedican a sectores por desarrollar. Por eso, es necesario dejar de construir plataformas desde arriba y liberar a las start-up de ataduras en forma de regulaciones e impuestos con el fin de que puedan desarrollar todo su potencial. Una alternativa barata y eficiente frente a la subvención sería que las Administraciones valorasen en sus contratas a las empresas de reciente creación. Este apoyo inicial les ayudaría a conquistar clientes propios en el mercado.

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