La envidia igualitaria
16 de noviembre de 2015
Por admin

Una de las diferencias más patentes entre los economistas más cegados por la ideología y los más independientes es que los primeros hablan de reducir la desigualdad y los segundos se centran en acabar con la pobreza. La desigualdad en sí no es un problema. Por ejemplo, si mañana se instalara un centro de investigación con altos salarios en un barrio de bajo poder adquisitivo aquella se dispararía de repente, aunque la segunda se reduciría en el vecindario se desarrollarían servicios (restauración, tiendas, etc.) que venderían a los recién llegados.

Pero en los últimos años se ha extendido por España el virus de la envidia igualitaria. Según el líder de Podemos, Pablo Iglesias, «para que todos estemos un poco mejor, quizáa es necesario que usted cobre un poco menos», decía en alusión a un empresario sin nombre. Pero pienso que cortar por arriba siempre es un problema; si se penaliza al personal más cualificado, acabará yéndose a otros lugares haciendo que esas empresas resulten menos rentables y, por culpa de ello, puedan pagar menores salarios al resto.

Los datos por comunidades autónomas lo respaldan. El INE clasifica la población en tres grandes segmentos de salarios en el empleo principal: aquellos que cobran menos de 1.221 euros al mes, los que cobran más de 2.173 euros y quienes se sitúan en la zona media. Cada uno de los grupos que están en los extremos de la distribución abarca al 30% de los ocupados, mientras que el grupo de lo que sería la ‘clase media’ equivale al 40% de los trabajadores. Pues bien, en aquellas comunidades donde el nú- mero de teóricos ‘ricos’ es más limitado, bien sea a través de impuestos o por otros motivos, la cifra de esos ‘pobres’ es mucho mayor.

Fuente: Vocento

Por poner varios ejemplos, el número de ‘pobres’ en Extremadura, Canarias, Murcia o Andalucía duplica al de ‘ricos’, lo que muestra que la riqueza no se ha distribuido de los últimos a los primeros. Del resto de las regiones donde la suma de ‘ricos’ es inferior a la media nacional, la mitad tienen una proporción de ‘pobres’ superior (Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Galicia) o cercana (Baleares, La Rioja y Aragón.

En sentido contrario, aquellas CC AA con mayor porcentaje de ‘ricos’ son también las que tienen menos ‘pobres’: País Vasco, Madrid, Navarra, Asturias, Cataluña y Cantabria. Las seis muestran el camino a seguir. En vez de suponer un impedimento, la renta tiende a ‘desbordarse’ de unas capas para acabar en las demás, de forma que todos salen beneficiados. Claro que este mensaje no vende electoralmente.

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