Hasta hoy, 29 de junio, los españoles han tenido que trabajar 181 días (15.706 euros) para cumplir con Hacienda, es decir, han invertido seis meses de su vida para el Estado. El dinero que llega a su bolsillo sólo corresponde a 184 días de trabajo. Así lo revela el informe Día de la Liberación Fiscal 2016 elaborado por Civismo.
Este día se celebra cada 30 de junio, fecha a partir de la que un cotizante español deja de trabajar para pagar impuestas y empieza a retener sus ingresos para sí mismo. Y es quedurante los primeros seis meses los españoles dedican su trabajo para pagar los impuestostanto directos como indirectos, pero también las cotizaciones a la Seguridad Social.
Por lo tanto, el importe que los españoles pagan en impuestos supera en un 29,4% el gasto medio total acumulado en 2015 en concepto de alimentación, vestido y calzado, vivienda, salud, transportes, ocio y cultura, enseñanzas, etc.
Si se suman todas esas partidas, desglosadas en la Encuesta de Presupuestos Familiares que publica el INE, se alcanza un desembolso global de 10.960. Cifra que supone 4.575 euros menos que todo lo contribuido a Hacienda.
Peso de los distintos impuestos en el Día de la Liberación Fiscal / Civismo
Asimismo, un trabajador con un sueldo medio anual de 24.400 euros brutos destina 102 días a pagar cotizaciones a la Seguridad Social, 37 al IRPF, 25 al IVA, 12 a impuestos especiales y cinco a otros impuestos.
Es decir, dedica en total 181 días de su trabajo a pagar a la Administración. ¿Cómo es posible pagar más de 15.000 euros en impuestos con un sueldo bruto de apenas 24.000? Porque, en realidad, el coste laboral de este trabajador es de 1.696 euros.
Por otro lado, las cotizaciones patronales -que no aparecen en el sueldo bruto- hacen opaco el sistema fiscal. Los trabajadores ignoran que la empresa aporta a la Seguridad Social el equivalente a 84 días de trabajo, 7.296 euros por encima del salario bruto. O sea, el coste laboral para la empresa es de 31.696 euros, por lo que su valor real es aún más alto.
Las diferencias en los impuestos locales
También existen diferencias en la carga tributaria dependiendo de la región. Así los ciudadanos de La Rioja sólo trabajan para el Estado hasta el 27 de junio, y por lo tanto, son los que hacen menos esfuerzo fiscal. Mientras que los de Cataluña trabajan hasta el 4 de julio. Para un ciudadano medio vivir en Cataluña costaría siete días más de trabajo al año y 613 euros extra en comparación con un residente riojano.
La razón de esta diferencia es que el Impuesto sobre la Renta (IRPF) y la mayoría de los impuestos locales (en concreto, el de Bienes Inmuebles de Barcelona) están por encima de la media. Esto se debe en gran medida a los impuestos municipales como el IBI o el Impuesto de Circulación.
Al mismo tiempo los riojanos se ven beneficiados también por la falta del gravamen autonómico sobre la Venta Minorista de Hidrocarburos y por el hecho de que el Impuesto sobre la Renta es más reducido en esta región. Los contribuyentes de la Rioja se ahorran en torno a 240 euros al año en impuestos.
El estudio recuerda, además, que la reforma fiscal del impuesto sobre la renta emprendida por el Gobierno central y la bajada del tramo autonómico en algunas comunidades hacen que el Día de Liberación Fiscal se celebre el 30 de junio, un día antes que en 2015.
Y recuerda a los partidos políticos, tras las elecciones del 26J, la importancia de reducir el peso de los impuestos como palanca para acelerar el crecimiento y mejorar el poder adquisitivo de los españoles.
