Campeones en desempleo
15 de octubre de 2018
Por admin

La tasa de paro de Estados Unidos cayó el pasado mes de septiembre al nivel del 3,7%, el mínimo de los últimos 48 años. Y no es el único país con desempleo muy bajo. Gran Bretaña tiene una tasa del 4 %. Y una nación que solía presentar cifras algo más altas, Alemania, se ha puesto en cabeza en la reducción del paro, al registrar una tasa del 3,4% el último mes de agosto.

Frente a estos países de éxito hay otros a los que las cosas les van bastante peor. Francia e Italia están por encima del 9%. Y muy lejos está España que, a pesar de haber creado empleo de forma significativa a lo largo de los últimos años, no ha conseguido todavía bajar del 15%.

Una de las preguntas importantes a las que el análisis económico debería responder es por qué existen diferencias tan elevadas entre estas tasas.

La respuesta de que unas economías van mejor o peor que otras y que tienen ritmos distintos de crecimiento no es, desde luego, suficiente. Porque, por ejemplo, el PIB de España lleva ya algún tiempo incrementándose a un ritmo bastante elevado y, aunque hayamos entrado en una fase de desaceleración, el PIB está aumentando todavía por encima del 2,5% anual.

Por tanto, el hecho de que nuestra tasa de paro sea cuatro veces superior a la de Alemania y la de Estados Unidos es realmente preocupante.

Se trata, sin duda, de un tema complejo, que constituye, además, un síntoma de algunas de las insuficiencias de la economía española. Aunque se repita una y otra vez que nuestros jóvenes están muy bien preparados, el sistema educativo español tiene muchos defectos y no responde a las necesidades de la economía del siglo XXI. Crear y gestionar una empresa en España sigue siendo algo bastante complicado, como muestran los índices internacionales.

Y la regulación del mercado de trabajo es tan excesiva como ineficiente. En esta situación la propuesta de derogar las reformas laborales que intentaron introducir un poco de racionalidad en este mercado es indicativa no solo de la falta de sensatez de algunos de nuestros políticos, sino también del hecho de que podemos tardar aún mucho tiempo en solucionar el problema. 

Publicaciones relacionadas