El derecho a elegir
5 de diciembre de 2016
Por admin

En Navarra tenemos un Gobierno que se considera el dueño del dinero que aportamos los contribuyentes, apropiación por la que se arroga el derecho a gastarlo en sus obsesiones ideológicas. Sin embargo, los que pagan tributos son los ciudadanos, razón por la que tendrían que ser éstos quienes pudiesen elegir alternativas distintas a las dictadas por los gobernantes, siempre que su coste fuera similar. El Ejecutivo foral se ha caracterizado por imponer su rodillo parlamentario como nunca se había hecho. Causa amargura el que, en materias vitales, como la educación, no gobiernen para todos. El cuatripartito privilegia a sus partidarios con el dinero de los demás y hace la vida muy dura al resto. Citaré los agravios más objetivos.

Intento de paralización del Programa de Aprendizaje en Inglés (PAI) en los centros de enseñanza. ¿Por qué se violenta la libertad de los padres que quieren este modelo? El peor enemigo del euskera es imponerlo. Hasta intentan solapar a San Francisco Javier con el Día del Euskera.

Una oferta de empleo público de 100 plazas en euskera, que ha sido anulada por el Tribunal de Justicia de Navarra por saltarse la plantilla orgánica establecida. ¿Por qué los que no saben esta lengua son discriminados en estas ofertas públicas?

Penalizar a la segunda empresa de Navarra por sectarismo. Así, dejaron sin efecto el convenio, ajustado a derecho, entre la Seguridad Social y la Universidad de Navarra, que permitía que sus empleados recibieran los servicios médicos en la Clínica Universitaria, a menor coste que en la sanidad pública. También quieren suprimir el derecho a pedir una beca a muchas familias que escogen ese prestigioso centro. ¿Son conscientes de que el empleo y la prosperidad los proporcionan los particulares, aunque piensen distinto?

Una fiscalidad confiscatoria, en su conjunto la peor de España, que ha supuesto la salida de muchos contribuyentes, tanto personas físicas como empresas. Navarra es la líder nacional en perder compañías en términos relativos, y la subcampeona en números absolutos. ¿No han aprendido que subir impuestos no aumenta apenas la recaudación, pero sí el déficit, porque la economía decrece?

Tanto la Cámara de Comptos como el consejero han reconocido el debilitamiento financiero. Al ritmo que crece el gasto público y se desploma la recaudación, la Hacienda foral quebrará. Además, se ha tomado la decisión unilateral de no cumplir el Convenio del Estado y reducir sensiblemente el importe del cupo. Si finalmente hubiera impago, el incumplimiento haría que todas las CC.AA. se nos echaran encima. ¿Será que el cuatripartito desea provocar la insostenibilidad de Navarra para favorecer su integración en Euskadi?

Sin embargo, la amenaza que más temo es el anuncio de Laura Pérez de impedir la enseñanza concertada, un modelo que acoge al 40% de los escolares navarros y que es menos costoso que el público. El derecho de los padres que prefieran la concertada quedará violado. Con el control absoluto de toda la educación y del presupuesto, muy despacito, adoctrinarán a placer en los dogmas de Bildu y su acólito Podemos. Hay mucho ingenuo que se engaña pensando que el acoso radical durará sólo los cuatro años de la legislatura. No es así. El daño va a ser irreparable. El Informe de la propia Hacienda foral ha tenido que reducir sus previsiones de ocupación en 2.000 empleos, y el crecimiento, en seis décimas. Mientras la sociedad civil no se organice para querellarse colectivamente ante cada atropello de los derechos individuales, la agresividad del cuatripartito irá en aumento. 

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