¿Libres o serviles?
7 de junio de 2016
Por admin

Estas últimas semanas he tenido la oportunidad de escuchar preocupantes confidencias sobre la situación económica a empresarios navarros. Todos ellos me dijeron que no deseaban mostrar su crispación públicamente por miedo a posibles represalias del Ejecutivo foral. “Nuestra tierra es muy pequeña y nos conocemos todos”, me dijo alguno. Es triste palpar ese temor a expresar un desacuerdo sobre las decisiones políticas.

¿Vivimos en libertad? Algunos me confesaron que se irían a otras regiones si pudieran. Sus críticas al Gobierno eran tan contundentes como irrefutables. Temen la inseguridad jurídica que provocan los erráticos arrebatos ideológicos del parlamento, institución donde preponderan las emociones sectarias sobre el razonamiento con visión de futuro.

El cuatripartito no es consciente de que no sale gratis para el futuro de la Comunidad foral la desconfianza que genera actuar en contra del inglés en un mundo globalizado para imponer el euskera, no continuar la obra civil del Tren de Alta Velocidad para que tengamos que ir a tomar el AVE a País Vasco, detener la construcción del Canal para que prime el concepto de parque natural sobre el de explotación agrícola, poner palos en la rueda a la segunda empresa de la región (la Universidad de Navarra), discriminar a quienes no hablen euskera en las ofertas públicas de empleo y dar puestos o encargos a dedo a familiares y amiguetes.

Sin embargo, la acción más dañina para el futuro de la Comunidad es la reforma fiscal. Esta semana el vicepresidente congelaba 23 millones de gasto porque los ingresos fiscales eran menores de los esperados. Sorprende que Ayerdi desconozca que, siempre que se suben los impuestos, aumenta menos la recaudación que lo estimado.

El problema de Navarra no es un insuficiente ingreso fiscal sino un aumento de gasto insostenible, con frecuencia en partidas muy cuestionables.

¡Por favor dejen de ser populistas! Por si lo anterior fuera poco, la voracidad recaudatoria de la Hacienda foral se refleja en unas actuaciones inspectoras excesivas. Con tal de ingresar más, no dudan en confiscar. Están provocando que haya ciudadanos que tengan que vender bienes para pagar tributos que son los mayores de España.

No tengo ninguna duda que el nuevo Impuesto al Patrimonio va a suponer una pérdida de empresarios a medio plazo. ¡Por favor, no den esa cuchillada fiscal a la gallina de los huevos de oro! Dejen de jugar a ‘aprendiz de brujo’, pues su visceralidad perjudica el empleo porque van a asustar a todo posible inversor.

Expoliar a la clase media para potenciar el igualitarismo, causará empobrecimiento. Admito que este Gobierno ama mucho a los pobres, tanto, que quiere que haya más. Estos hostigamientos pocas veces son pan para hoy, pero siempre son hambre para mañana, porque al final el contribuyente acosado se escapa a La Rioja, el País Vasco o Madrid, o practica una elusión fiscal legalmente irreprochable.

Respecto al segundo modelo de Volkswagen, para que nadie se ponga medallas ajenas, conviene recordar que el mérito corresponde al Ejecutivo foral y Ayuntamiento anteriores y al Acuerdo por la competitividad que firmaron la empresa, UGT, CCOO y CGC. Causa decepción que hace tres meses los dos sindicatos de ‘tierra quemada’ vinculados al nacionalismo, ELA y LAB, arriesgaran la creación de 500 empleos al no querer firmar el Acuerdo.

Navarra precisa que su sociedad civil sea más valiente y haga vivo el lema de los Infanzones de Obanos “Pro libertate patria, gens libera state” (En pie, gente libre, para defender la libertad de la patria). No podemos caer en el miedo de que hablé al principio. A su disposición el que quiera batallar conmigo.

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