Proteccionismo y distribución de la renta
2 de abril de 2018
Por admin

En unos momentos en los que tanto se habla de la desigualdad en la distribución de la renta y, al mismo tiempo, el proteccionismo en comercio internacional parece cobrar fuerza en el debate económico y, sobre todo, político, sorprende que apenas se haga referencia a la relación que existe entre ambos temas y, sobre todo, a la posición incoherente de quienes defienden simultáneamente una política de distribución más igualitaria y una mayor protección de la producción nacional frente a los competidores extranjeros.

Cuando un político vende a los votantes una reforma proteccionista suele insistir en la idea de que su política tiene como principal objetivo defender a los trabajadores del país de la competencia desleal de las empresas situadas en naciones en las que se pagan salarios más bajos. Pero rara vez reconoce que su política generará una transferencia de renta de los consumidores a los productores nacionales. Y sin embargo, esto es exactamente lo que ocurriría si realmente se aplicara su programa. Es un resultado básico de la teoría económica que un arancel de aduanas eleva los precios de venta de un determinado producto en el país que lo aplica; y que esto tiene efectos muy diferentes sobre la producción y el consumo. Mientras la producción nacional tiende a crecer, sustituyendo en el mercado a las empresas extranjeras que vendían más barato, el consumo interno cae y el nivel de bienestar de los consumidores se reduce como consecuencia del alza de precios.

COHERENCIA. Y no es este, ciertamente, el único efecto negativo para un país que se desprende de la aplicación de medidas proteccionistas. Pero tiene muy poco sentido que, cuando se insiste en que uno de los grandes problemas de nuestros días es que los grupos de menor renta, en los países avanzados, encuentran serios problemas para elevar su nivel de vida, no se considere que una de las formas de conseguirlo es que puedan obtener los bienes que consumen habitualmente a precios más bajos, y que este es, precisamente, el efecto del librecambio, como los datos muestran de forma indiscutible. ¿Es demasiado pedir un poco de coherencia? 

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