El grifo del crédito
2 de octubre de 2017
Por admin

Los españoles vivimos una época de tipos de interés muy bajos, lo que dificulta nuestras decisiones de ahorro. Aunque esta política monetaria expansiva debería favorecer la demanda de préstamos, los bancos no están abriendo el ‘grifo’ del crédito pues, tras la última crisis y aún sin un saneamiento total, piden muchas más garantías.

No solo las entidades, también los ahorradores son más cautelosos al elegir. Así, prefieren no depositar más de 100.000 euros, que es la cantidad que cubre el Fondo de Garantía de Depósitos. La integración bancaria ha descolocado a una base amplia de impositores, quienes ven cómo sus cajas de ahorros de toda la vida han dejado de existir y, con ello, la confianza que pusieron en aquellas. Sin embargo, esa concentración ha propiciado un sistema financiero más solvente, que apoya la recuperación de la economía española.

Los últimos datos del Banco de España, con el adelanto del primer trimestre de 2017, muestran cómo aquellas entidades financieras con balances más saneados son capaces de dar más crédito y generar más confianza para atraer depósitos. Para afinar el análisis dejaremos al margen la Comunidad de Madrid, pues sus resultados están afectados por el ‘efecto sede’, al concentrar el grueso de domiciliaciones de bancos españoles.

Vocento

La ratio para evaluar la solvencia de un banco y su sostenibilidad es la de crédito sobre depósitos, que mide cuántos euros se han concedido de crédito por cada euro de depósito de clientes. Estar suficientemente por encima de la unidad, sobre todo del 1,3 a 1,4, denota una posición de debilidad.

Por eso, el lugar más arriesgado en España para operar en banca es Cataluña. Con una ratio de crédito sobre depósitos alta (casi 1,3%), el volumen de préstamos ha caído un brutal 10,7% en tasa interanual, mientras que los depósitos lo han hecho un 5,6%. De ser independiente el territorio catalán tendría el sistema financiero más débil de toda Europa occidental, y más aún, al quedar fuera del BCE perdería el euro como moneda.

En el otro extremo está el País Vasco, la única región que aumenta al mismo tiempo el crédito concedido y los ingresos de los impositores. A más distancia se encuentra Asturias, con crecimiento ligero del volumen de crédito, mientras que en depósitos las que más captan en tasa interanual son las entidades de Canarias, Baleares y Comunidad Valenciana. Considerando que en el total nacional, el crédito vivo sigue cayendo a un ritmo cercano al 4%, y el total de depósitos al 1,5% anual, la posición de estas regiones es un indicador inequívoco de la buena marcha de sus respectivas economías.

Aunque las entidades financieras son cada vez más grandes y transnacionales, los problemas políticos en las comunidades tienen consecuencias directas sobre su credibilidad y confianza. Algo muy grave dado que el ahorrador español, a pesar de los tipos cero, sigue teniendo fuertes posiciones de liquidez que, a lo largo de su vida, llegan a superar el 1% del patrimonio, según el último estudio de Fidelity y la Fundación de Estudios Financieros. Así pues, los bancos deberán esforzarse en no perder el capital más valioso que poseen si quieren sobrevivir, esto es, la confianza del ahorrador. 

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