Los «ricos» pagan a Hacienda siete veces más impuestos que el contribuyente medio
18 de septiembre de 2018
Por admin

Hasta el 52%. Ese será el nuevo tipo máximo que tendrán que abonar las rentas altas en el IRPF. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció el pasado lunes que negocian con Podemos subir «tres o cuatro puntos» el tipo marginal para rentas a partir de 140.000 ó 150.000 euros al año. En la actualidad, las rentas de más de 60.000 euros tributan al 45%, pero este umbral asciende al 48% en las regiones que han decidido subir su tramo autonómico, de modo que el nuevo tipo máximo escalaría al 51% o 52% en algunas CCAA. Y ello, sin contar la fuerte subida fiscal que pretende aplicar al Gobierno al tramo del IRPF sobre el ahorro.

Pero lo más sorprendente no es tanto el nuevo incremento tributario, especialmente tras las fuertes subidas aprobadas por el anterior gobierno del PP, sino su justificación desde el punto de vista político. Así, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, afirmó el pasado domingo, durante su entrevista en La Sexta, que «la gente rica no paga el IRPF«.

Los datos, sin embargo, desmontan la tesis que comparten PSOE y Podemos. En primer lugar, porque, lejos de lo que muchos piensan, las rentas altas son las que más recursos aportan a las arcas públicas en términos relativos (en comparación con el número de contribuyentes). Según las estadísticas de la Agencia Tributaria, 91.408 declarantes ingresaron más de 150.000 euros en 2016 -último dato disponible-, de modo que apenas representan el 0,46% del total de contribuyentes. Pese a ello, aportaron más de 8.000 millones de euros en IRPF, una cifra equivalente al 11% de la recaudación total.

 

Asimismo, si se extiende el término «rico» a quienes ganan más de 60.000 euros al año, tal y como hace hoy Hacienda, el número de declarantes ronda los 736.000, con lo que tan sólo representan el 3,75% del total, pero aportan casi el 31% de la recaudación por IRPF, con más de 21.650 millones de euros. Es decir, las rentas altas representan menos del 4% de los contribuyentes, pero abonan más del 30% del IRPF (casi 10 veces su número).

De este modo, los poco más de 91.000 declarantes con rentas de más de 150.000 euros pagan a Hacienda una cantidad similar a los 4,75 millones (24% del total) que ganan entre 12.000 y 21.000 euros al año. Igualmente, los 736.000 «ricos» (3,75%), con ingresos superiores a 60.000 euros, aportan lo mismo que los 7,9 millones de contribuyentes comprendidos entre los 12.000 y los 30.000 euros al año, equivalentes al 40% del total, tal y como muestra la siguiente tabla.

Llevado al caso particular, las diferencias siguen siendo muy abultadas. Si al IRPF se suma el coste de las cotizaciones sociales (de trabajador y empresa), así como el IVA y otros impuestos (IBI, Patrimonio, Sucesiones, Especiales, matriculación, etc.), la factura fiscal del español medio ronda los 12.000 euros al año, de modo que el pasado año trabajó 177 días para cumplir con el Fisco, según un estudio del think tank Civismo.

Pero esta cifra se multiplica por siete en el caso de las rentas de más de 150.000 euros, ya que su factura media ronda los 84.000 euros al año, con lo que necesitan 190 días de sueldo para cumplir con Hacienda. Estos datos demuestran, por tanto, que los «ricos» sí pagan impuestos en España, a niveles muy superiores que las rentas bajas y medias, a diferencia de lo que dice Pedro Sánchez.

De hecho, elevar el tipo marginal 52% volvería a colocar a España entre los cinco países de la UE con el IRPF más alto.

Además, España es el octavo país de la OCDE que más bajo pone el listón de la riqueza en términos absolutos. Hoy por hoy, Hacienda considera «rico» a quien ingresa más del 60.000 euros al año, frente a los 75.000 de Italia, los 80.000 de Portugal, los 150.000 de Francia, los 250.000 de Alemania o los más de 360.000 de EEUU.

Aquí apenas basta con duplicar el sueldo medio para soportar el tipo máximo del IRPF, mientras que en otros muchos países ricos ese umbral se sitúa a un nivel muy superior, como Alemania (5,4 veces) o EEUU (8 veces el salario medio), por citar tan sólo algunos casos.

 

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