¿Qué impuestos paga una empresa en España?
1 de marzo de 2018
Por admin

Aunque existe una idea aproximada al respecto, muchos dueños de pequeñas, medianas y grandes empresas se suelen preguntar a menudo qué impuestos paga una empresa en España. Y es que, si bien hay una tributación estandarizada en ciertos casos, como por ejemplo sucede con el Impuesto de Sociedades, no es el único elemento a tener en cuenta a la hora de calcular cuánto se lleva Hacienda por el mero hecho de operar en este país.

Algo que, como ejemplo concreto, se explica perfectamente con las grandes empresas, que tienen un Impuesto de Sociedades del 7,3%, pero destinan entre el 49,6% y el 61,5% de su margen bruto a pagar impuestos, según un estudio elaborado por Think Tank Civismo en 2017.

¿Qué afecta al pago de impuestos de las empresas?

Pero para entender mejor cuáles son las claves para saber cuántos impuestos pagan las empresas, conviene recordar que existe una división simple, en función de su tamaño, según la cual las sociedades tienen distintas obligaciones de carácter fiscal y legal.

La primera de ellas es la microempresa, que tiene un número máximo de 10 empleados en plantilla. Inmediatamente después están las pequeñas empresas, que constan de entre 11 y 49 empleados -y en las que se podrían englobar las micro, ya que a nivel impositivo operan del mismo modo-. En el siguiente nivel se encuentran las medianas empresas -con entre 50 y 250 profesionales contratados, mientras que por encima de esta cifra se encuadran las llamadas grandes empresas.

En este sentido, según el informe de Think Tank Civismo, las pequeñas empresas abonan de media un 49,67% en impuestos sobre su resultado bruto. Por su parte, las medianas destinan en torno al 51%, mientras que las grandes gastan el 61,57%. Sumando lo que se le grava a cada empresa de este país, la media es del 50%, un dato que se dispara respecto a la media de la Unión Europea, del 41,4%, y a del resto del mundo, del 40,8%.

La pregunta es obvia: ¿cómo es posible que, teniendo un Impuesto de Sociedades relativamente bajo, se destine la mitad del resultado bruto a impuestos? Porque, erróneamente, en España se piensa en el Impuesto de Sociedades como el único gravamen que afecta a las empresas. Pero no es así.

El Impuesto de Sociedades se ha duplicado desde 2011

El problema es que ni siquiera el Impuesto de Sociedades es tan asequible como creemos. Desde 2011 y hasta 2016, la tasa prácticamente se ha duplicado, pasando de un tipo efectivo del 3,8% al 7,3%, tal y como señala la Agencia Tributaria en su último informe anual de recaudación. Eso sí, Hacienda considera este tipo efectivo como una relación entre la cuota a pagar del Impuesto de Sociedades y el resultado contable, es decir, los beneficios que obtiene una empresa. Un cálculo criticado por organismos como la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf) por no reflejar el pago real de la tasa, que estima en torno a un 26% de media.

En cualquier caso, Hacienda distingue tres grandes grupos de cargas impositivas que, directa o indirectamente, recaen sobre las empresas con actividades en España y que no siempre se tienen en cuenta: el Impuesto de Sociedades, las cotizaciones a la Seguridad Social y los impuestos regionales y locales, además del IVA, que es común. Así, las retenciones y las deducciones varían en relación a lo que facturan estas sociedades. Además, en el caso del Impuesto de Sociedades, también varía en función de los tipos reducidos, especialmente en el caso de emprendedores -empresas con menos de dos años desde su constitución-, cooperativas, PYMES y microempresas.

El tipo general del actual Impuesto de Sociedades está vigente desde el 1 de enero de 2016 y es del 25%. En 2014, sin embargo, el tipo general del impuesto de sociedades ascendía al 30% pero con la entrada en vigor de la reforma fiscal se fue reduciendo en dos tramos, en 2015  hasta el 28% y desde 2016 con carácter general hasta el 25%. Eso sí, existen tipos reducidos del 15% para emprendedores, ya que desde 2015 el tipo preferente aplicable durante dos años a sociedades constituidas se fija en 10 puntos menos que el general. Aquí quedan excluidas las sociedades patrimoniales y es un requisito necesario que se considere que la sociedad supone el inicio de una actividad económica.

Por su parte, hay otro tipo reducido del 20% para cooperativas, aplicable de forma genérica en sociedades cooperativas fiscalmente protegidas, a excepción de los resultados extracooperativos, que tributan al tipo general del 25%. Además, existe otro tipo reducido del 10% para asociaciones y fundaciones, que es aplicable a aquellas asociaciones declaradas de utilidad pública y a las fundaciones inscritas en el registro correspondiente, a las que sea susceptible el régimen fiscal establecido en la Ley 49/2002, de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales al Mecenazgo. Por último, existe otro tipo reducido -del 1%- para sociedades de inversión.

Los impuestos regionales y locales

También hay otro tipo de impuestos que aumentan el montante de la carga impositiva que afrontan las empresas en España. En este caso, País Vasco y Navarra son las comunidades donde las compañías destinan un mayor porcentaje de su margen bruto a cumplir con sus obligaciones fiscales. Las pequeñas y medianas compañías de estas regiones destinan más de la mitad de lo ganado (el 50,97% y el 50,31%, respectivamente) a cumplir con sus obligaciones fiscales, mientras que las grandes empresas consumen más del 63% del margen bruto en pagar impuestos. Hay que tener en cuenta que el Impuesto de Sociedades entra dentro de las competencias forales de estas dos comunidades, lo que explica que pueda ser algo más alto que en el resto del país.

En el otro extremo, Aragón y Castilla-La Mancha son las zonas de España donde las empresas tienen una menor presión fiscal, situada en el 49,5% del margen de explotación de las PYMES y el 61,5% del de las grandes empresas. En este caso, la explicación viene dada por los tipos más bajos sobre los impuestos municipales, que reducen la cantidad impositiva total al mínimo del país.

Las cotizaciones se llevan más de tres cuartas partes de los impuestos

Sin embargo, hay otro pago del que parecemos olvidarnos cuando hacemos la factura fiscal: las cotizaciones a la Seguridad Social. Y es que, en España, el pago de las cotizaciones representan más de tres cuartas partes de todos los impuestos que pagan las empresas. En concreto, en las PYMES en el 78%, mientras que las grandes empresas gastan de media un 92%. Todo ello provoca que mientras que el impuesto de Sociedades tenga poco impacto en el total de impuestos a pagar por una empresa -del 7% en el caso de las PYMES y del 16% en el caso de las grandes empresas-, mientras que el peso de las tasas municipales es mucho más reducido, de entre el 0,83% para las pymes al 5,05% que supone para las empresas de mayor tamaño.

Por último, el IVA, al ser común para todas las actividades económicas -también para la mayoría de los autónomos-, no incide en el cálculo de los impuestos que ha de afrontar una empresa. Eso sí, cabe recordar que existen tres tipos de IVA. Primero, el IVA superreducido del 4%, que se aplica a los artículos que se consideran de primera necesidad, como alimentos básicos de la cesta de la compra (leche, pan, etc.), libros (salvo el libro electrónico) o medicamentos para uso humano. Después va el IVA reducido (10%), que se aplica a productos alimenticios y bienes de uso agrícola, forestal o ganadero, medicamentos para uso veterinario, agua, productos farmacéuticos, compraventa de viviendas o transporte, entre otros. Por último, el IVA del 21% se aplica al resto de productos y servicios en nuestro país.

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